En el CNPC realizamos un diagnóstico precoz del riesgo de cáncer con pruebas que van más allá de los “screenings” tradicionales, realizando un cribado profundo de nuestros pacientes que nos permite identificar su probabilidad de desarrollar una enfermedad oncológica con el paso del tiempo. Para ello, les sometemos a una serie de pruebas entre las que incluimos test diagnósticos, exámenes y otras técnicas exploratorias de aplicación rápida que, junto con la asociación de antecedentes, nos permiten estimar su riesgo de cáncer, tanto a corto, medio como largo plazo.

El problema al que nos enfrentamos es que muchas veces diagnosticamos el cáncer en estadios muy avanzados y aunque los resultados terapéuticos han mejorado mucho en los últimos años, consiguiendo aumentar los tiempos de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes, son muchos los casos en los que no es posible llegar a conseguir la curación de la enfermedad.