Si los tumores malignos se detectaran en una fase inicial, la inmensa mayoría serían curables.

El problema es que muchas veces se diagnostican muy avanzados y aunque los resultados terapéuticos han mejorado mucho en los últimos años, a la vez que han ido mejorando los tiempos de supervivencia y la calidad de vida, hay veces que no se halla la curación.

Por eso, desde el CNPC se realizará un diagnóstico precoz con pruebas más allá de los ‘screening’ estándar; un cribado que permita identificar si el paciente podría desarrollar una enfermedad oncológica con el tiempo. Para ello, se realizarán una serie de pruebas entre las que se incluyen test diagnósticos, exámenes y otras técnicas de aplicación rápida con las que se valora la probabilidad de enfermedad mediante la asociación de antecedentes.

"Solo si nos alimentamos de SALUD generamos VIDA"

---- Dra. Elisabeth Arrojo

En este caso, estamos prestando atención a ese 10% que representa el número de cánceres que se desarrollan por alguna causa biológica o natural; lo que hemos denominado factores hereditarios.

Es cierto que no todas las patologías, en este caso, no todos los tipos de cáncer son susceptibles de ser detectados en una fase previa, pero mediante las pruebas que se llevarán a cabo en el CNPC se conseguirá analizar los primeros indicios para orientar al posible paciente con una serie de pautas médicas.

De esta forma, la posibilidad de éxito en un futuro tratamiento aumenta. Pero además, este estudio previo nos permite generar informes y determinar la incidencia de cada uno de los tipos de cáncer.