Es frecuente que las personas que pasan por un proceso oncológico apenas tengan apetito tanto por la propia enfermedad, como por los efectos secundarios de los tratamientos que reciben.

Existen multitud de factores por los que los pacientes con enfermedades oncológicas, ven afectada con mucha frecuencia y de manera significativa, su “salud nutricional”, lo cual repercute directamente en su salud física y mental, “sensación de bienestar”, así como incluso en las probabilidades de éxito de los tratamientos oncológicos.

Entre ellos destacan: toxicidades derivadas de los tratamientos, síntomas derivados del propio tumor, así como repercusiones de su enfermedad a nivel psicológico.

Se han publicado múltiples estudios, que reportan una relación directa del estado nutricional y la alimentación que reciben los pacientes a tratamiento oncológico, con los porcentajes de éxito de los tratamientos, los cuales aumentan en aquellos pacientes que reciben una alimentación y poseen una “salud nutricional” adecuadas.


Una comida para vivir, no una comida para enfermos

La mayoría de las celebraciones en nuestras vidas giran en torno a la comida, pues suele ser para nosotros un momento agradable para compartir con amigos y seres queridos y no solo por el deleite de comer. La esencia de este momento, debería conservarse también en las situaciones donde por circunstancias nos es “difícil” comer.

El momento de la comida puede ser un momento individual, pero también un momento para compartir, y para compartir además los mismos alimentos, incluso cuando una persona debe tener una dieta “especial”. Tener una enfermedad no es una condición, sino “una circunstancia”.

Es más, tener una enfermedad, ni siquiera es sinónimo de sentirse enfermo. No debe haber una “comida para enfermos”, sino una comida “para vivir”, independientemente de nuestras circunstancias.

Comer sano, comer saludable, debe ser un hábito, y no está reñido con comer de una forma agradable y gratificante. No hay nada peor para recordarte una “circunstancia que vives” que esta te haga sentir diferente a los que te rodean.

La necesidad de una dieta personalizada pasa por informarse de fuentes fidedignas

Vivimos en la época de la información más “desinformada”, ya que las nuevas tecnologías, las redes, nos permiten acceder a mucha información, pero donde podemos encontrarnos desde grandes verdades a tremendas falsedades.

En el campo de la salud, esto es especialmente peligroso ya que pone en juego la vida de las personas. Por eso, con objeto de dar a conocer unas pautas veraces y fiables acerca de una nutrición saludable, hemos desarrollado este libro.

Un libro que trata de ser didáctico a la vez que muy práctico. Un libro (Cocinando tu Salud) no sólo para profesionales médicos, sino para “personas que desean cuidarse”.

Son recetas muy nutritivas y saludables, de fácil elaboración, para que cualquiera pueda realizarlas en su casa. Es por así decirlo, un compendio de recetas médicas en forma de apetecibles recetas de cocina. En este libro, una médico y un chef unimos nuestros conocimientos para ponerlos a tu servicio, y servirte en tu plato una comida deliciosa, apetecible y saludable.

Y recuerda “tú” eres lo más importante. Cuando seas consciente de esto, podrás comenzar a ser dueño de tu propia vida y valorar y disfrutar de lo importante, pasando únicamente a contemplar “lo accesorio”

La alimentación es sin duda una de los pilares de la prevención.

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